‘Ramón, el manitas’ es el nombre por el que se conoce en Traspinedo al hombre que detuvo la Guardia Civil, la pasada madrugada del domingo, por su presunta implicación en la desaparición de Esther López de la Rosa, la joven de 35 años que lleva 12 días en paradero desconocido.
Las alarmas de la Guardia Civil y los investigadores saltaron cuando uno de los vecinos del pueblo que no pertenece al círculo cercano de la jóven, aseguró haber hablado por teléfono con Esther López cinco días después de la desaparición.
Las señales del teléfono móvil de Esther se perdieron en un entorno "muy cercano" a las proximidades de la vivienda del principal sospechoso.
El detenido, de 40 años de edad, fue sorprendido mientras preparaba sus pertenencias para una presunta huída. Los vecinos del pueblo aseguran que "es una persona extraña" con un hijo y separado de su expareja.
La Guardia Civil continúa registrando la casa del sospechoso en el municipio de Traspinedo. La vivienda se encuentra a solo 1 kilómetro del lugar donde se vió con vida por última vez a la desaparecida.
De momento, todas las hipótesis y las líneas de investigación continúan abiertas, según señalan desde la Delegación del Gobierno, que precisan que, por el momento, no pueden añadir nuevos datos.